domingo, 19 de enero de 2014

Después del temporal



Luce el sol después del temporal. La noche todavía ruge en mis oídos. El viento sopla, sin piedad, retándome, obligándome a esconderme en este domingo luminoso pero helado. Con una furia que remueve la conciencia, que despierta los temores, que  me enfrenta a mis remordimientos. Y hoy el vendaval me ha sacudido, me ha castigado con pesadillas, y me recuerda que ya no soy capaz de escribir. Que tengo pendiente despedirme de 2013, y que no he sido capaz de digerirlo aún. Que si bien sobreviví al huracán de sensaciones, todavía no he superado el vértigo. Un año que comenzó con tanto miedo… Trescientos sesenta y cinco días de tormenta, doce meses de furia, sintiéndome indefensa ante los elementos. Todo un año de incertidumbre. Todo un año de sueños. Todo un año en el que como hoy, sobre el viento, lucía el sol de enero, tan débil, tan pequeño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario