domingo, 4 de agosto de 2013

Tarde de agosto


Dormida, se me pasa una tarde más de agosto. Empapada en sudor, pasan las horas más largas del día, y yo daría cualquier cosa por un poco de agua. La cocina está tan lejos…y yo no sé si estoy en la cama, o en el sofá, o si me he acurrucado sobre la mesa del comedor, sólo sé que la temperatura se mantiene en ese último límite que aún te permite respirar, y que todavía son las cinco, o las seis…y que estoy atrapada en una nebulosa naranja de verano. 
 
Tu recuerdo intenta despertarme. Se me escapa una sonrisa, pero mis ojos no responden, sumergida en mi oscuridad somnolienta intento alargar la mano, buscar el móvil, pero estoy atrapada, porque es agosto, y hace calor, y yo me refugio en mi pereza, mientras cae la tarde, lenta, sin compasión, regodeándose, mirándome desde la ventana.

Lo siento, hace calor, es agosto, y ahora sólo puedo soñarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario